Nació en los 60 como una emisora platense para la provincia de Buenos Aires. Hoy, apenas subsiste en la ciudad con una dotación mínima y un móvil de exteriores.
Fue
una decisión estratégica en busca de frenar el ingreso de una señal televisiva
uruguaya que se colaba en buena parte de las pantallas de los televisores en
distritos costeros del Río de La Plata lo que dio vida a LS86 TV Canal 2 de La
Plata, una emisora de perfil bonaerense asentada en la capital de la provincia.
La
iniciativa, que adoptó el nombre de Tevedos, fue impulsada por el empresario
platense Jacinto Fernández Cortés, socio de Radio Rivadavia. La cercanía del
grupo con el gobierno de Arturo Illía y, especialmente del gobernador de la
provincia de Buenos Aires, Anselmo Marini, apalancaron su concreción.
Desde
la asunción misma del gobierno radical, en octubre de 1963, el proyecto del
canal comenzó a cobrar cuerpo y, ese mismo año, fue presentado con bombos y
platillos. "Nacía la primera “telemisora platense”, anunciaba en
conferencia de prensa el propio Fernández Cortés junto al también directivo de
Rivadavia, Pedro Echagüe. Los empresarios adelantaron la construcción de una
mega central de transmisión -que nunca se concretó- que incluiría una torre de
240 metros de altura y una confitería con mirador desde dónde, se dijo, se
podrían apreciar las ciudades de Buenos Aires y La Plata.
Así,
el 25 de junio de 1966 la firma Rivadavia Televisión SA inició las emisiones de
la flamante señal platense. El canal se instaló en un edificio ubicado en 36
entre 2 y 3 en el que antes se fabricaban las carrocerías para utilitarios. Se
adaptó el lugar donde se construyeron los estudios centrales para transmisión
en vivo. El principal desafío de ese momento consistía en la emisión de las
alternativas del campeonato Mundial de Fútbol, que se disputaba en Inglaterra
durante el mes de julio y cuyas imágenes llegaban en diferido.
GRANDES
FIGURAS
El
primer director artístico de la emisora fue Marcelo Simonetti. La programación,
que comenzaba a las 16 y se extendía hasta la medianoche, combinaba envíos
humorísticos como “Los graciosos” de los hermanos Gerardo y Hugo Sofovich y el
“Show de Dean Martin”, con “Feminisima” conducido por Pinky y el periodístico
“La Gente”, a cargo de Augusto Bonardo. También había novelas como “Los
solteros del 10° C” escrita por Alberto Migré y protagonizada por Beatríz Taibo
y Sergio Renán, además del noticiero con impronta bonaerense “Notidos” que
conducían los históricos Pedro Burgos y Lucio Rubinacci. Por entonces, las
noticias eran filmadas en 8 milímetros y el material debía ser previamente
revelado.
En
aquellos primeros años pasaron por la pantalla del canal figuras como
Mengueche, Lucho Avilés y Alberto Olmedo con su recordado personaje de
“Piluso”. Y recordados programas como “Colosos de la lucha”, “Lluvia de
estrellas”, “El show de la moda”, “Boom 70” y “En este lugar de la noche”.
Pese
a ser platense, desde sus inicios el canal siempre tuvo sus oficinas
gerenciales y administrativas en la Capital Federal. Luego de una serie de
pruebas, finalmente se decidió ubicar la planta transmisora y su
correspondiente antena en Estación Estanislao Zeballos, en Florencio Varela,
apuntando hacia el interior bonaerense con repetidoras en los partidos de 25 de
Mayo, Lezama y Roque Pérez.
Si
bien se apostaba a producir programas en vivo en los estudios de La Plata, era
una época en la que se imponían los enlatados, en especial de series
extranjeras como "Caza submarina", "Perry Mason" o "El
llanero solitario".
El
derrocamiento de Illia y el inicio del gobierno de facto a cargo del general
Juan Carlos Onganía resultó un primer y crucial golpe que dio inicio el
derrotero que alteró el normal desenvolvimiento del canal.
A
principios de los 70 la licencia quedó en manos de Panamericana Televisión, del
empresario peruano Genaro Delgado Parker, ligado al cubano Goar Mestre, que
manejaba Canal 13. Por ello, el Canal 2 comenzó a emitir buena parte de su
programación en dúplex con el 13, a raíz de la necesidad de achicar gastos por
falta de financiamiento. Cuando en agosto de 1974 el gobierno de Isabel Perón
decretó la estatización de los canales capitalinos 9,11 y 13 a los que se les
había vencido la licencia, el Canal 2 de La Plata consiguió mantenerse en manos
privadas. Para entonces ya había ingresado en el negocio el grupo del Banco
Comercial del Plata, propiedad del poderoso David Graiver. Según cuenta Juan
Gasparini en su libro David Graiver el banquero de los montoneros, la
participación de Graiver se hizo como en muchos otros negocios en sociedad con
José Ber Gelbard. El grupo sostiene Gasparini ingresó a Rivadavia Televisión a
través de Mario Seoane y el cubano Juan Manuel Pallí que habría oficiado de
testaferro.
Apenas
consumado el golpe militar que derrocó a Isabel, los canales de televisión
fueron intervenidos. La señal platense, que al igual que el resto pasó a
depender de una intervención militar, quedó a cargo de un militar de apellido
Ghiglione. Bajo esa gestión llegaron a la pantalla programas como “Hola tango”,
de la mano de Antonio Carrizo; el clásico show musical de Jhonny Allon; la
telenovela “Una mujer, un destino” con María Aurelia Bisutti; y “Almorzando con
Mirtha Legrand”. No obstante, el fuerte del canal siguieron siendo los
enlatados. Había también un noticiero y un programa de deportes con producción
local por los que pasaron, entre otros, Carlos Asnaghi, Rodolfo Federico y
Jorge Rossi.
Por
entonces, en la gerencia de La Plata se contabilizaban unos 80 empleados entre
técnicos, administrativos, periodistas y personal de limpieza. En 1980 el Canal
2 fue uno de los primeros en pasar del blanco y negro a color.
Para
la ciudad el canal era una novedad y, a la vez, un orgullo que permitía la
posibilidad de generar contenido local. Sin embargo, "el negocio grande de
la tele siempre estuvo en Buenos Aires", puntualiza Gustavo Bellingeri,
que ingresó a trabajar en el canal en 1982 y es representante del Sindicato
Argentino de Televisión (SAT).
ESTRELLAS
PRODUCCIONES
Ya
se había iniciado el proceso que desembocaría en la recuperación de la
democracia, cuando el presidente Reynaldo Bignone habilitó por decreto una
licitación por la onda de LS86 TV que quedó en manos de la sociedad
Radiodifusora del Carmen, encabezada por José Irusta Cornet y Teresa Flouret.
El empresario Alejandro Romay, propietario de Canal 9, apeló la medida alegando
que la señal platense se introducía indebidamente en la ciudad de Buenos Aires
pero el recurso fue rechazado.
De
esta etapa se recuerda el éxito de “Trasnoche Aurora Grundig”, un continuado de
cine y series hasta altas horas de la madrugada, y el paso de figuras como Hugo
Guerrero Martineithz y Bety Elizalde, además de un programa futbolístico que,
por fuera del formato habitual, conducía Quique Wolf. Sin embargo, la audiencia
no acompañó la propuesta y, poco a poco, el canal terminó por salir
desesperadamente a vender los espacios. Sólo la conformación, a fines de 1987,
de una alianza estratégica con el pope de los medios Héctor Ricardo García
-dueño del diario Crónica y artífice en los 70 de Teleonce- modificó el
panorama. Así, la emisora fue relanzada con un nuevo nombre: TeleDos.
García,
que aportó una fuerte inversión en equipamiento y quedó encargado de la
programación a través de la firma Estrellas Producciones, convirtió a la
emisora platense en una verdadera revelación y plataforma de ensayo para lo que
en los 90 sería la creación de Crónica TV: incluso apeló al eslogan que luego
usaría en la señal informativa, "El canal de las noticias", y hasta
la misma cortina musical. García contó en detalle su desembarco en el canal
platense en su autobiografía Cien veces me quisieron matar.
En
diciembre de 1987, en el lanzamiento de la programación, se puso al aire
"Ganale al dos”, en el que desfilaron las nuevas figuras del canal. Fueron
catorce horas en vivo desde los estudios de Riobamba 280 con la conducción de
Ethel Rojo. En ese momento el Canal 2 alcanzó su mayor dimensión y la planta de
empleados llegó a tener casi 200 trabajadores. Pese a que la mayor parte de la
producción artística, periodística y comercial se hacía en Capital Federal, los
controles de transmisión permanecían en las instalaciones platenses. En La
Plata, la nueva gestión trasladó todas las operaciones a un edificio construido
en 530 y 27.
El
año siguiente, el canal fue la sensación de la temporada revirtiendo
notablemente las bajas mediciones del rating. En esa época estuvieron en la
grilla Carlos Perciavalle y Tato Bores y los periodistas Bernardo Neustadt y
Mariano Grondona con el recordado ciclo "Tiempo Nuevo". Piezas claves
fueron los conductores Jorge Jacobson, Pinky, Lucho Avilés ("El pueblo
quiere saber"), Gerardo Sofovich ("La noche del domingo"),
Quique Dapiaggi ("De mi pago con humor") y Roberto Galán ("Yo me
quiero casar y Ud"); además del guionista Hugo Moser con su éxito
"Matrimonios y algo más". Pero no duró mucho: a fines de ese año y en
medio de una áspera disputa judicial, García se alejó junto a todas sus figuras
y la pantalla quedó sin programación. De ese modo, terminó por derrumbarse y
volvió a adoptar el nombre de Tevedos con programas que, en su mayoría, se
producían desde estudios montados en Avellaneda. Para entonces las
instalaciones originales ubicadas en La Plata estaban totalmente desactivadas y
el canal resultó intervenido para luego entrar en un proceso de quiebra.
Alejandro
Gago, un técnico que ingresó a trabajar en la señal platense en 1977, reconoce
que “a las figuras de Buenos Aires les costaba mucho venir a La Plata. Era como
si los mandaran a Siberia, siempre se quejaban de tener que hacer 50 kilómetros
y apenas sus programas remontaban en el rating pedían no venir más”.
EL
DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA
Así
siguió el derrotero del canal, envuelto en un laberinto de enfrentamientos y
disputas del grupo societario que derivó en una intervención a cargo del
abogado Carlos Bianchi, quien ocupó ese lugar hasta que, en 1989, al llegar al
Gobierno Carlos Menem, promovió la licitación de los canales a partir de
modificar la Ley de Radiodifusión. En una medida que en el fondo buscaba
fortalecer la imagen de su gestión, el presidente riojano facilitó el proceso
de adquisición y entregó la señal platense al empresario Eduardo Eurnekian,
titular de la Corporación Multimedios América que incluía la señal de cable
Cablevisión, Radio AM América, FM Aspen y el diario El Cronista Comercial.
El
inicio de la nueva etapa no fue nada sencillo. Con ese traspaso se empezó a
desvanecer la marca de Canal 2 y su localización platense, que en un principio
subsistió bajo el nuevo nombre elegido: América TV, una señal que tenía los pies
en La Plata pero buscaba producir principalmente desde los estudios del grupo
en Palermo. Así, el desembarco de Eurnekian puso en alerta a los trabajadores
que denunciaron la idea de trasladar el canal a los estudios en cuyas
instalaciones funcionaba Cablevisión. Fue entonces que desde SAT se dispuso la
toma del canal y se impidió el retiro de equipos.
El
lunes 15 de abril de 1991, fecha elegida para el lanzamiento de la nueva etapa
del canal, se organizó una gran fiesta con la presencia de autoridades,
empresarios y gente del medio televisivo. Ese día, en medio de una fuerte
tormenta, se cayó la antena ubicada en Florencio Varela a través de la que se
transmitía la señal y el canal quedó varios días sin poder emitir la
programación. El episodio llegó a ser investigado como un posible boicot,
aunque esa hipótesis no pudo comprobarse.
Daniel
Celentano, gerente nombrado en La Plata por la nueva administración, inició un
paulatino proceso de reducción con ofrecimientos de retiros voluntarios y
traslados para los empleados, que en cinco años llevó el plantel platense de
150 a 65 agentes. “Ellos se propusieron convertir un canal con licencia
provincial en una señal porteña. Y por eso necesitaban clausurar La Plata para
que no quedaran pruebas ni resistencia alguna”, asegura Bellingeri.
En
ese contexto, a fines de 1995 el SAT puso en marcha una serie de medidas de
fuerza e inició, con el patrocinio del abogado Damián Loretti, una demanda
judicial para resistir lo que se interpretaba era un plan de vaciamiento que
quedó radicada en el Juzgado en lo Criminal Federal N° 3 de La Plata, a cargo
de Arnaldo Corazza. El viernes 12 de enero del 96 el juez dispuso una medida
cautelar de no innovar que implicaba frenar cualquier cambio en el canal, en
especial impedir el retiro de equipamiento de los estudios de La Plata. Durante
ese fin de semana y previo a la notificación formal de la medida por parte de
la Justicia, las autoridades del canal organizaron un operativo para trasladar
todos los equipos de los estudios y salas de transmisión en La Plata. Así, en
la madrugada del lunes 15 de enero un grupo de técnicos que habrían actuado con
la custodia de efectivos de la policía desarmó todo el equipamiento y se lo
llevó en un camión. Dos días después Corazza ordenó retrotraer todo a la
situación previa al inicio del conflicto, lo que implicaba devolver los equipos
a las instalaciones platenses en un plazo perentorio de tres días. No obstante,
el control de la línea de transmisión nunca fue repuesto en La Plata.
Las
negociaciones se extendieron durante cinco meses. En ese lapso el canal
permaneció tomado por los trabajadores y sus familias que también provocaron
interrupciones en la transmisión en señal de protesta. En medio de aquel áspero
conflicto la pantalla de América avanzó con una programación íntegramente hecha
en la ciudad de Buenos Aires donde se destacaban ciclos como Caiga Quien Caiga
con Mario Pergolini; Día D, con Jorge Lanata; y Cha Cha Cha con Alfredo Casero,
Fabio Alberti y Diego Capusotto.
LA
ÚLTIMA ESQUINA
Frente
a la falta de avances, la protesta se profundizó con una huelga de hambre de
tres delegados que terminó con una sanción contra la empresa dispuesta por el
Comité Federal de Radiodifusión (Comfer). Sin otra salida a mano, Eurnekian y
sus representantes legales terminaron por pactar una tregua y acordaron rearmar
progresivamente las producciones en la capital bonaerense.
Así,
el 20 de noviembre de 1996 el Grupo América puso en marcha un nuevo estudio en
la esquina de 8 y 48, una especie de pecera en tres plantas con amplios
ventanales hacia la zona de mayor actividad comercial de la ciudad pero sin las
condiciones de seguridad adecuadas (tenía una sola entrada por una escalera).
El propio Eurnekian recibió allí al gobernador Duhalde, que asistió a la inauguración
del nuevo espacio luego de haberse negado reiteradamente atender a los
representantes del sindicato de televisión que aspiraban a lograr su
intermediación en el litigio.
En
rigor, en aquella época no hubo grandes producciones. A regañadientes aparecían
en el estudio Susana Roccasalvo y Carlos Monti, Alejandro Rial, Karin Cohen,
Juan Segundo Stegman o el humorista Berugo Carámbula.
En
2000 América TV pasó a ser propiedad de Carlos Ávila, fundador de Torneos y
Competencias. Dos años más tarde Ávila se asoció con el Grupo Uno, de la dupla
Daniel Vila y José Luis Manzano. En 2007 se integró a la empresa Francisco De
Narváez, y se produjo la salida de Ávila.
El
estudio de 8 y 48, que es la última referencia visible del canal en la ciudad,
permanece cerrado luego de quedar inutilizado a raíz de un incendio. A partir
de entonces la presencia en la ciudad del canal local se fue desdibujando cada
vez más y su suerte peregrinó por varios domicilios hasta quedar reducido, en
la actualidad, a un departamento alquilado en la zona norte y el puesto móvil
del camión de exteriores que genera contenido informativo para los noticieros
de América 24, incluso muchas veces desde la Capital Federal. Allí trabaja
todavía el último grupo sobreviviente del viejo Canal 2 de La Plata: una decena
de empleados, muchos de ellos próximos a la jubilación.
A
lo largo de los últimos años la lucha por el mantenimiento de las fuentes de
trabajo y la continuidad del canal en la ciudad recibió diversas muestras de
apoyo. Al acompañamiento de legisladores de diferentes fuerzas políticas y de
los sindicatos nucleados en la CGT regional, en la que el líder de SAT Miguel
Pellati -ya fallecido- tenía gran predicamento, se sumó el apoyo expresado en
un petitorio firmado por más de 20 mil vecinos. Sin embargo, desde el sindicato
siempre se expresaron reparos para con los sucesivos gobiernos provincial y
municipal por no actuar con decisión para recuperar al canal platense. “Mi
mayor amargura es que nunca conseguimos que el canal 2 volviera a La Plata”,
sostenía Pelatti en un video grabado por sus propios compañeros relatando parte
de aquel conflicto.
En
el edificio fundacional de Canal 2, en calle 36, funciona desde 2005 un Centro
de Formación Laboral que depende de la CGT, actual propietaria del inmueble.
Allí se forman en diferentes oficios y especialidades unos 1500 trabajadores al
año. En los viejos estudios convertidos en aulas pobladas de bancos y con las
paredes tapizadas por la liturgia visual del peronismo, hoy sólo se conservan
las parrillas de luces.
Cada
vez que se produce una renovación de autoridades en la provincia de Buenos
Aires los trabajadores del canal platense plantean sin suerte la importancia de
recuperar el canal para la provincia. Cuando se discutió la Ley de Medios se
entusiasmaron por poder normalizar la situación, pero terminaron peleados con
Gabriel Mariotto, quien les habría informado que el expediente original que
contiene las bases y condiciones para la explotación de la licencia de Canal 2
se había extraviado.
Con
el paso del tiempo y la alteración en las formas de consumo de los medios, la
resignación se fue consolidando y ya nadie reclama por la restitución del canal
de televisión bonaerense que sólo permanece en la vaga memoria de los
platenses.
221.COM.AR / Begum / Pablo Morosi