Fueron pensados como piezas fundamentales para la vida de la Ciudad desde su fundación y representan un enorme legado arquitectónico. Cómo se gestaron, cuánto tardaron en “ponerse de pie” y qué fue de ellos a lo largo de los años. Sus historias
UNA CIUDAD CAPITAL QUE SE FUE CONSTRUYENDO DESDE CERO
Nació en un momento histórico muy especial y fue forjando su patrimonio
edilicio a través de la funcionalidad administrativa necesaria para cumplir con
ese rol en la Provincia más importante del país. Dicho objetivo dejó valiosas
obras arquitectónicas, aún hoy admiradas
“Cuando miras una ciudad, es como leer las esperanzas, las aspiraciones y
el orgullo de todos los que la construyeron”
Durante estos 141 años, que hoy celebra, en La Plata se fue forjando la
construcción de la capital de la provincia más importante del país, seguramente
tal como la soñó y planeó Dardo Rocha cuando descubrió estas tierras cercanas
al Río de la Plata y de proximidad a la Ciudad de Buenos Aires. Desde ese
proyecto hasta la actualidad se ha desarrollado un importante patrimonio
edilicio, tanto institucional, social como cultural que, el diario El DIA
-apenas dos años menor que la Ciudad-, una vez más quiere destacar en este
suplemento especial, a modo de homenaje.
Todo comenzó de cero, con un desafío ambicioso. Desde el diseño de la nueva
urbe, con el ingenioso trazo que le dio el Ingeniero Pedro Benoit, hasta la
construcción de edificios de alto valor arquitectónico para una ciudad fastuosa
con respecto a otras de la época, siempre con la premisa de una funcionalidad
administrativa, tal el objetivo primordial para la capital de la provincia de
Buenos Aires, hasta el día de hoy.
Y así comenzaron las primeras obras, que fueron creciendo con el tiempo.
Edificios emblemáticos, que aún siguen despertando admiración a propios y
extraños.
Cuenta la historia que desde fines de aquel 1882, los primeros habitantes,
repletos de albañiles italianos, comenzaron a ocuparse de esas obras
fundacionales. En junio de 1883 se empezó a construir el Palacio Municipal. Y
mientras la población se instalaba en lo que sería el casco urbano con casillas
de madera, avanzaban las obras de los principales edificios públicos, como la
Casa de Gobierno, los Palacios de Justicia y de la Legislatura, el Banco de la
Provincia y el Hipotecario, la Residencia del Gobernador y algunos Ministerios.
Todas estas obras ya le valieron a la Ciudad importantes premios en la
Exposición Universal de París en 1889: dos medallas doradas en las categorías
“Ciudad del Futuro” y “Mejor realización construida”.
La idea en estas páginas es reflejar cómo se fue construyendo nuestra
ciudad con la historia de sus edificios emblemáticos, que ya son parte de su
riqueza turística.
Cierto, mucho se ha escrito sobre ellos, pero siempre hay algo nuevo que
descubrir y ese fue el objetivo de este suplemento especial. También puede ser
que, por la cantidad, se omitió alguna estructura edilicia digna de destacar,
que las hay y muchas en la Ciudad. Una de ellas es la famosa casa Curuchet.
Más allá de este patrimonio edilicio, aún la Ciudad tiene muchos desafíos
por delante.
Arquitecto Hugh Newell Jacobson / Diario El Día